Los niños poseen una mejor canalización de energía (menos bloqueos), mayor sensibilidad, mejor percepción y por supuesto mayor entrega, siempre están dispuestos a compartir.
Todos nacemos conectados armónicamente con REI-KI (Rei - Espíritu / Ki - Energía Vital). A medida que vamos creciendo y sufriendo cambios en nuestra vida, algunas de las circunstancias por las que pasamos hacen que “nos olvidemos” de esta conexión vital; así dejamos de estar en sintonía con la fluidez constante de este caudal divino, de esta fuente infinita de energía omni-abarcante.
Este no es un Taller de Iniciación al REI-KI, pues el niño ya NACE CON ÉL..Y CON LA CONEXIÓN PERFECTA CON LA FUENTE, por lo que nuestras prácticas van encaminadas a que los niños no pierdan su conexión, recordarles tempranamente su origen y su esencia, antes de que la SOCIALIZACION, les haga olvidarlo.
Ellos no dudan de su esencia de Luz, y sólo si el niño desea ser Reikista se deberá iniciar en el Primer Nivel, siendo conscientes de que es muy importante respetar su libre albedrío por lo que ellos deben decidir por sí mismos asistir a un curso.
De tal forma, en este curso no se realiza como tal una iniciación al REI-KI, sino que les enseñamos a entrar en contacto con su energía, familiarizarse con ella, y aprender a utilizarla y compartirla en su beneficio y el de los que lo rodean.
Lo importante es que los niños aprendan qué es el REI-KI y cómo usarlo cuando estén solos, además, ellos son mucho más sensibles que los adultos y como no tienen preconceptos de las prácticas de sanación, llegan a recibir sus beneficios de manera más rápida de lo que sería en un adulto. Durante las prácticas de REI-KI para conectar y mejorar la energía de los niños, llegan a escucharse frases como: “se siente como un gran abrazo que dura mucho tiempo” y vaya descripción.